Importante, justa y sufrida victoria la conseguida esta jornada por los chicos de la U.D. Montecarlo en un campo siempre difícil como el Joaquín González. Importante porque debe servir para afianzar la confianza en el grupo ante las claras muestras de que la propuesta futbolística funciona; justa porque los de torrero fueron los únicos que crearon peligro y realizaron una muy buena primera mitad donde superaron por completo a su rival en juego y ocasiones; sufrida porque a pesar del juego desplegado el gol no llegó hasta las postrimerías del encuentro.
No suelo hablar de los colegiados, pero voy a hacer una excepción ya que el arbitraje de ayer me pareció lamentable. El Sr. colegiado dio todo un recital de pito, errando de manera continuada en las apreciaciones de saques de banda y faltas, lo que desconcertó a propios y extraños, y lo más grave, permitió el juego duro, en ocasiones violento del equipo local, dejando más de una entrada con menor castigo del que merecía y al final del partido mostrando alguna tarjeta roja que bien pudo solventar con menor castigo. Un desastre que no dejó a nadie contento, los locales perjudicados en el tramo final y los visitantes que vieron como quedaban sin castigo alguna entrada que mereció la expulsión durante el trascurso del encuentro.
Pero vayamos a lo deportivo que es lo que a todos más nos interesa. El encuentro se presumía igualado entre dos equipos que así lo han demostrado en la temporada anterior y en la presente pretemporada, pero tras los minutos iniciales de asentamiento por parte de los dos conjuntos, pronto tomaron el control los de torrero. Suyo era el balón, recuperado de forma bastante rápida, y suyo era el dominio territorial lo que pronto hizo que fueran llegando las primeras ocasiones. Así a los 15 minutos una preciosa jugada por la izquierda culminó en un disparo que desvió con la yema de los dedos el guardameta local, sin duda el mejor de los suyos en la tarde de ayer. El dominio visitante se incrementó y minutos más tarde se le escapó fuera a un delantero rojillo una vaselina con el portero ya superado. Los locales no pudieron superar en ningún momento al conjunto visitante y sus escasas aproximaciones al área de los de torrero eran solventadas con acierto por la defensa, de manera que no se pudo contabilizar ni una ocasión de peligro en toda la primera mitad, mientras en defensa se aplicaron con excesiva dureza ante las acometidas de su rival, a lo que contribuyó la permisividad arbitral. Los rojillos continuaron con su buen juego y llegando al área local y sobre la media hora llegaría una de las más claras ocasiones para romper el marcador cuando una galopada de un delantero visitante es detenida in extremis por el meta local y el posterior remate tras el rechace, de nuevo acaba en las manos del guardameta tras una buena intervención. Seguro que se me escapa alguna otra ocasión para los del canal, pero se llegaría al descanso con un increíble empate a 0 visto lo ocurrido en esta primera mitad.
El agua caída al final del primer tiempo y durante el descanso no sentó bien a ninguno de los contendientes, los locales porque siguieron sin poder superar a su rival, y los visitantes porque perdieron la frescura del juego desplegado en la primera mitad. Sin ocasiones y sin juego el partido se tornó insulso y deslavazado, todo el juego transcurría por el centro del campo y las defensas se imponían con facilidad. Fueron pasando los minutos y la igualdad en el marcador y en el juego eran la nota dominante de esta segunda mitad. Hubo que esperar hasta el minuto 20 de la misma para presenciar el único lanzamiento entre los 3 palos del cuadro local, un tiro lejano que atajó el portero rojillo. La respuesta vino también en forma de disparo lejano desde la medular por parte visitante unos minutos más tarde. Esto pareció acelerar de nuevo el encuentro y animó a los de torrero que se fueron hacia arriba en busca de la victoria, y ahí entró el colegiado a incrementar el protagonismo que ya había tenido a lo largo del encuentro. Primero al no castigar con expulsión una clara falta por detrás cuando se escapaba un delantero rojillo, y luego al expulsar con roja directa a un jugador del juventud por agarrar a un rival que lo superaba en el centro del campo, sin ser ni de lejos el último defensor.
El Montecarlo se fue definitivamente a por el partido y los locales comenzaron a perder los nervios de manera que unos minutos más tarde se quedaron con 9 jugadores por una segunda tarjeta amarilla. Un lanzamiento desde la frontal que rozó el poste derecho de la portería local, balones continuos al área para llegar al gol visitante en el último minuto del encuentro en una jugada iniciada por la derecha culminada con un buen pase a la izquierda donde un jugador visitante consigue superar al guardameta local. No hubo tiempo para más, bueno si, para que el Juventud perdiera algún efectivo más por las numerosas protestas al colegiado.
En resumen el fútbol fue justo esta vez con un Montecarlo que superó por completo a su rival cuando había igualdad numérica, en una primera mitad en la que debió quedar sentenciado el encuentro, pero que tuvo que esperar al último minuto del mismo para conseguir la victoria ente un rival ya con 9 jugadores.
La puyita de alasan: Poco más se puede decir de lo que ayer pudimos presenciar. Chapeau por lo realizado durante la primera mitad, plena de intensidad, con buen juego y donde sólo la falta de acierto nos privó de un mejor resultado. Habría que analizar el bajón de la segunda, pero el cansancio y un rival que cerró filas para evitar que se repitiera lo de la primera mitad pueden ser parte de las causas. Debemos seguir en esta línea donde el buen juego debe llevarnos de manera clara hacia los buenos resultados siempre que seamos capaces de mejorar nuestra capacidad de definición ante la meta rival.
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