Bonito y disputado partido de fútbol el que presenciamos el sábado en la Ciudad Deportiva entre dos equipos que demostraron, cada uno con sus armas, que saben jugar un buen fútbol. Partido igualado con un tiempo para cada equipo que se decidió a favor del que aprovechó una de sus oportunidades cuando quizás el resultado más justo hubiera sido el empate pero así es el fútbol.
Comenzó el encuentro y pronto se vio cual iba a ser el rumbo del mismo en la primera mitad, con los de torrero muy bien posicionados sobre el césped, anulando cualquier posibilidad de ataque local y teniendo el balón con criterio a la espera de poder acercarse a la meta zaragocista como en el primer lanzamiento de esquina rematado fuera por un jugador rojillo.
El “tempo” del partido lo estaba marcando el Montecarlo y suyas fueron las mejores, aunque no muy numerosas, ocasiones de esta primera mitad, como una jugada por la derecha que terminó con un centro al área al que no llegó un delantero rojillo por poco, una buena contra que cortó la defensa local en el último pase o la más clara, sobre la media hora en una galopada por la izquierda que culminó con un disparo que salió fuera por poco. Por parte local tan solo reseñar una jugada embarullada a la salida de un córner que acabó a manos del guardameta visitante. Así llegamos al descanso, con la sensación de que el equipo visitante había sido mejor pero con el marcador que reflejaba un empate.
En la segunda mitad salió más adelantado el cuadro local y suyas fueron las primeras ocasiones, como un disparo desde la frontal atajado con apuros por el portero rojillo o un disparo interceptado in extremis por un defensa de los de torrero. Fueron 10 minutos en los que parecía que el Zaragoza se iba decidido al ataque, pero que volvió a una situación de calma, sin apenas acercamientos a ninguna de las dos áreas, si bien el dominio territorial ahora correspondía al cuadro blanquillo mientras que al Montecarlo le costaba cada vez más acercarse a la meta contraria.
Las ocasiones habías sido muy escasas y se preveía un final de partido muy incierto hasta que llegó la jugada que iba a decidir el mismo en un ataque zaragocista por la derecha cuyo rechace aprovecha un delantero local para disparar un balón mordido que supera la defensa visitante para colarse junto al palo derecho de la meta rojilla. Un tanto con cierta fortuna que inclinaba la balanza a favor de los locales a los 25 minutos de la segunda mitad. Lo intentó el Montecarlo, al que se le notaba cansado en su línea de creación, pero que aún sacó restos de flaqueza para acercarse a la meta local y pudo empatar 5 minutos más tarde en un gran disparo desde la frontal en el que entre la gran intervención del guardameta local y el palo, impidieron que se alojara en las mallas. El Zaragoza pudo ampliar su ventaja en una buena contra ya con el partido casi finiquitado pero el marcador ya no se movería.
No creo en las derrotas dulces, sé que la derrota no consuela a nadie pero el Montecarlo mereció salir con un mejor resultado del feudo zaragocista, demostró que le puede plantar cara a cualquiera y que, a pesar de las numerosas bajas que le acompañan en este comienzo de temporada, mantiene una muy buena línea de juego, lo que hace albergar esperanzas de realizar una buena campaña.
La puyita de alasan: Que voy a decir una semana más, que estamos en cuadro, que los chicos realizaron un gran encuentro, pleno en la primera mitad, que se tuteó al Zaragoza. Bravo chavales.
Siempre hay algún pero y este partido no podía ser menos. Con los problemas de efectivos que arrastramos resulta incluso comprensible que se produzca un ligero bajón físico en una parte tan sensible como la línea medular, pero no por ello hay que dejar de señalarlo e intentar poner remedio porque por ahí se nos pueden acabar escapando más de un punto.
Contra el Real Zaragoza el resultado casi siempre es el mismo y es muy fácil aplicar frases que definirían muy bien lo acontecido el sábado del tipo
"jugamos como nunca y perdimos como siempre" pero hay que seguir en esta línea de juego, de trabajo, de orden táctico, en el que todo el equipo está comprometido con la misma idea (salvando algún conato de excesivo individualismo que habría que corregir), así y sólo así llegaran los resultados, pero sobre todo creceremos como equipo. Con esa actitud, recuperados los lesionados y un poco más de acierto de cara al gol seremos un equipo muy difícil de batir.
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