Con más sufrimiento del esperado consiguió acceder la U.D. Montecarlo a la Final de la Copa Federación tras imponerse en la tanda de penaltis a la S.D. Huesca que logró empatar la eliminatoria al imponerse por 2-0 en el tiempo reglamentario gracias a dos acciones aisladas a balón parado, en un partido aparentemente controlado por el equipo zaragozano al que su falta de ambición y conservadurismo le pasó factura en los últimos 20 minutos ante la fe de los oscenses en esos minutos finales.
Desde el comienzo se vio a un Montecarlo tranquilo, dominador en defensa, sin pasar apuros ante los intentos débiles de su rival, pero excesivamente conservador, sin apenas profundidad y fiándolo todo a alguna acción aislada de su delanteros. Fueron poco a poco pasando los minutos y el partido se debatía entre un no puedo de los oscenses y un no quiero de los zaragozanos que pese a todo disfrutaron de la más clara ocasión de la primera mitad con un balón que se estrelló en el poste derecho de la meta local tras un potente lanzamiento de falta.
Con el empate inicial comenzó la segunda mitad y el calor comenzó a hacer mella en los dos equipos, pero pareció afectar más a los locales que apenas se acercaban a la meta rojilla, mientras estos dominaban la situación con aparente tranquilidad aunque carentes de profundidad. Así se llegó al minuto 22 cuando el conjunto local obtendría el 1-0 tras un testarazo a la salida de un córner. El gol abrió las puertas a la esperanza del Huesca que sacó fuerzas de flaqueza y llevó los nervios al cuadro de torrero que intentó responder con una buena penetración por la banda derecha enviada a córner entre la defensa y el portero local.
No llegaba con claridad el cuadro local pero el marcador era muy ajustado y a falta de un par de minutos para la finalización del encuentro, de nuevo en otro saque de esquina iba a lograr el 2-0 empatando la eliminatoria en sus dos únicos acercamientos a la meta visitante. Pudo ser peor de haber acertado, ya con el tiempo cumplido, en el lanzamiento de una falta que se fue fuera por poco.
Se llegó a la tanda de penaltis y de nuevo el guardameta visitante al detener el primer lanzamiento oscense y el acierto de los jugadores locales que clavaron los 5 que lanzaron, dieron la victoria y el acceso a la final a la U. D. Montecarlo.
De justo podemos calificar el pase del equipo de torrero que se mostró superior en el partido de ida y solo cayó doblegado en el de vuelta en 2 acciones aisladas a balón parado, pero que debe aprender la lección que deja esta eliminatoria, y es que el que sale a empatar acaba perdiendo.
Felicitar a la S.D. Huesca por su fe a pesar de no haber creado ocasiones de peligro en todo el partido, y en saber aprovechar los despistes defensivos de su rival en los minutos finales, desplegando un buen juego en líneas generales.
La puyita de alasan: Exceso de confianza, relajación, conformismo, supongo que de todo un poco, sumado al fuerte calor reinante y lo tranquilo que transcurría el partido ante la falta de peligro del rival no llevó a la situación final que vivimos, donde la suerte y el acierto nos hicieron ganar la eliminatoria en la tanda de penaltis pero que bien pudo resultar de otra manera, cuando nunca se tenía que haber llegado a la misma. Es verdad que a los largo de la temporada nos hemos mostrado como un equipo sólido en defensa y al que resulta muy difícil hacer gol, pero en este tipo de eliminatorias, como se vio, todo puede pasar y un gol lo cambia todo. Demasiado centrados en no dejar fisuras al rival, y se consiguió, los goles llegaron a balón parado, pero con ello nos olvidamos de buscar más la profundidad necesaria para obtener algún gol que hubiera cerrado por completo la eliminatoria. No hubo despliegue por las bandas, el centro del campo apenas se incorporó al ataque, se fió todo a el acierto de nuestros delanteros o al balón parado, y eso tentar a la suerte.
Debemos aprender varias lecciones de lo ocurrido, la primera que el exceso de conservadurismo te juega malas pasadas, que hay que arriesgar un poco más para lograr los objetivos, y la segunda que este tipo de partidos hay que jugarlos con lo que te esté funcionando hasta ese momento, con lo mejor que se tenga ya que no hay apenas capacidad de rectificación.
Pese ha todo se ha cumplido el objetivo y ahora es tiempo de disfrutar y de preparar con entusiasmo la gran final frente al Cariñena que se celebrará la semana próxima.
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