De oportunidad perdida para los de torrero podemos calificar el partido de este sábado, en el que dominó de manera muy clara a su rival durante la primera mitad, en la que alcanzó una ventaja que bien pudo ser mayor, pero que vio como los colegiales de Agustinos le daban la vuelta al marcador en 5 minutos gracias al tesón y a la fe que mantuvieron durante la segunda mitad, a pesar de verse con un marcador en contra .
Comenzó la primera mitad y la primera aproximación con cierto peligro fue del cuadro local, en un balón robado en el centro del campo que termina con un pase al área obligando al guardameta visitante a sacar con mucho riesgo su pierna para cortar la jugada.
Esta sería la única acción de peligro de los locales en toda la primera mitad que verían como los del canal fueron haciéndose con el mando del partido de forma muy clara y comenzando a llegar con peligro a su meta. En una de esas llegadas culminada con un buen centro desde la izquierda llegaría el primer gol visitante, pasado el primer cuarto de hora, creo que empujado finalmente a la red por un defensa colegial en su intento de evitar el remate. El Montecarlo incrementó su dominio y pasó a crear más peligro, obligando al portero local a realizar una las primeras intervenciones de mérito de las muchas que realizó en la tarde de ayer, al despejar un balón que se colaba por la escuadra izquierda de su portería.
Minutos más tarde llegó otra buena intervención desviando a córner un duro disparo desde fuera del área, y la mejor de esta primera mitad evitando con una gran estirada lo que hubiera sigo un golazo de volea a la salida de un córner. Lo que no pudo evitar es que un balón al área terminase en la red tras el remate de un delantero local, lo que supuso el 0-2 a la media hora de juego. El partido continuó por una tónica parecida hasta el descanso, si bien el conjunto visitante ya no llegó con tanta precisión a la meta local.
Salió el cuadro local valiente y decidido en la segunda mitad y a punto estuvo de acortar distancias en un certero cabezazo que obligó a una gran intervención al meta visitante.
Continuó con mucha presión durante los primeros 15 minutos de esta segunda mitad, pero la defensa del Montecarlo se mostraba solvente y anulaba cualquier intento colegial de acortar distancias, limitando sus ataques a lanzamientos desde fuera del área o balones colgados. Parecía que los de torrero habían conseguido frenar las acometidas colegiales y volvían a controlar el encuentro cuando en un despiste defensivo el balón llegó a un delantero local que lo elevó por encima del guardameta para establecer el 1-2 a los 17 minutos de esta segunda mitad. El gol volvió a dar aire a los colegiales que redoblaron esfuerzos y consiguieron su premio unos minutos más tarde al aprovechar un mal despeje visitante y obtener el empate. Era el premio a la fe de un conjunto que creyó en sus posibilidades a pesar de haber sido superado por su rival en muchas fases del encuentro. A partir de ese momento el partido se abrió de manera muy clara, los dos conjuntos llegaban de forma muy rápida a las áreas contrarias y ambos dispusieron de ocasiones si bien el mayor peligro se intuía por parte visitante que hizo intervenir en 3 buenas ocasiones al portero local, que se erigió en el mejor de los suyos.
El partido concluyó en tablas, desde el punto de vista de juego y ocasiones el cuadro de torrero fue superior a su rival y mereció un mejor resultado, pero enfrente tuvo un cuadro colegial, que aun sintiéndose inferior no le perdió la cara al partido y obtuvo un premio a su esfuerzo. Los partidos hay que disputarlos hasta el final y quizás el Montecarlo lo dio por finalizado antes de tiempo.
La puyita de alasan: Exceso de confianza, falta de tensión, mala fortuna, no se, un partido que teníamos totalmente dominado se nos escapo de entre los dedos cuando habíamos realizado lo más difícil, ponernos con ventaja en el marcador. Más allá de los goles, producto de dos jugadas no muy afortunadas, se presuponía que el rival tenía que intentarlo con todas sus fuerzas al comienzo de la segunda mitad, y a pesar de que se contuvieron bien las acometidas iniciales, si se mostró una circunstancia que ya se ha repetido en más de una ocasión. La distancia entre líneas queda muy marcada y nos impide jugar la pelota con la fluidez que debiéramos.
Es verdad que el rival presionó y luchó, pero no es menos cierto que con tanta separación entre la línea defensiva y la de ataque la posesión del esférico era muy corta, el rival recuperaba con rapidez aumentando sus esperanzas de tener alguna ocasión de ataque. Los dejamos entrar en el partido y luego todo resulta más complicado. Tenemos que juntar más las líneas y mover el balón con más calma para desactivar el ímpetu del rival. Al margen de eso, hubo ocasiones y juego suficiente para alcanzar la victoria, y todo ello a pesar de la plaga de bajas que arrastramos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario