U.D. Montecarlo – 0 : R. Zaragoza - 0

El punto cosechado por los chicos de la U.D. Montecarlo este sábado, ante el virtual campeón de liga, debe considerarse como un premio al esfuerzo y al trabajo colectivo de un equipo que sigue demostrando, que con la intensidad adecuada, es capaz de hacer frente a cualquier equipo de la categoría.

Y eso que comenzó dominador el conjunto zaragocista, sometiendo a los de torrero a una fuerte presión y dominio que pronto se iba a traducir en las primeras ocasiones de peligro, unas salvadas por el portero local y otras erradas por los delanteros blanquillos. Fueron unos 25 minutos de dominio absoluto de un R. Zaragoza intenso y con un buen juego, en los que acumuló 3 ocasiones muy claras para desnivelar la contienda, frente a un Montecarlo que se defendía con apuros y que apenas inquietaba la meta rival.

Pero en ese minuto 25 se iba a producir la jugada que pudo cambiar el rumbo del encuentro cuando en la primera salida del cuadro rojillo, ante la galopada de un delantero local el portero zaragocista se vio obligado a interceptar el esférico con las manos fuera del área grande, en una gran estirada totalmente voluntaria, que el colegiado sólo castigó con tarjeta amarilla, en un error clamoroso de la aplicación del reglamento. Lanzada la correspondiente falta, el balón salió rozando el larguero de la portería visitante. Esta jugada bien pudo marcar el signo del encuentro, pero en cierto modo lo hizo, ya que si bien el conjunto zaragocista continúo con 11 jugadores sobre el terreno de juego, a partir de ese momento, el cuadro de torrero comenzó a creer en sus posibilidades y a igualar la contienda, de manera que hasta el final de la primera mitad, aunque fue el Zaragoza el que seguiría llevando el dominio del encuentro, este ya no sería tan claro ni se traduciría en nuevas ocasiones de gol, mientras los rojillos cada vez se acercaban más a la portería visitante.

Este cambio de tendencia se confirmaría en una segunda mitad mucho más equilibrada, en la que a los blanquillos les costaba cada vez más acercarse con peligro a la meta local, mientras estos cada vez iban dando mayor sensación de peligro. Equilibrio en el juego y escasas ocasiones de peligro, 2 claras por parte del Zaragoza, en un disparo desde la frontal con gran intervención del guardameta del Montecarlo, y en una falta, que no existió, y que se estrelló contra el larguero, y no tan claras por parte local, en una balón mal rematado de cabeza dentro del área pequeña, una galopada a la que le sobró el ultimo control cuando ya se quedaba el delantero rojillo sólo ante el meta visitante y un manso disparo desde la frontal que atajaría sin problemas el portero blanquillo. Con esa sensación de equilibrio y la emoción de lo incierto del resultado terminaría el encuentro.

Siempre deja un buen sabor de boca arrancar algún punto ante el equipo insignia de nuestra comunidad, y el punto cosechado dejó buen sabor de boca a los fieles al equipo del canal, en un partido donde el Montecarlo supo aguantar al principio, con algo de fortuna tal vez, para acabar equilibrando un partido marcado por la deportividad y donde el colegiado hubiera pasado casi desapercibido de no ser por el grave error cometido en el minuto 25 al no expulsar al guardameta visitante.
La puyita de alasan: Si fueramos capaces de emplearnos en todos los partidos con la misma intensidad a la mostrada ante los gallitos de la competición, la calidad de este grupo haría el resto; esa debe ser la lección aprendida y nuestra meta para futuros enfrentamientos.